GUADALAJARA (17 de abril de 2019).- Sin duda que la comunión entre equipo y seguidores es algo que ha caracterizado hasta el momento la aparición del nuevo equipo de basquetbol profesional en el Domo del CODE, los Gigantes de Jalisco.
Así lo confirma el varias veces seleccionado nacional, Arim Solares, quien se dijo contento con el cobijo que ha sentido de la tribuna en una tierra que se apasiona por el deporte ráfaga como pasa en pocos lugares del territorio nacional.
“Siempre lo he dicho, la gente es el sexto jugador dentro de la cancha, nos ha estado apoyando, nos ha estado aplaudiendo, he visto lleno y esperemos que la gente siga acudiendo y por eso estoy muy contento con la afición, es la primera vez que me toca venir aquí a Jalisco y la verdad estoy muy contento”, expresó el potosino, de 35 años.
En cuanto al nivel del basquetbol actual que se juega en el Circuito de Baloncesto de la Costa del Pacífico (CIBACOPA), Arim refirió que, para él, la liga ha crecido mucho y que ahora que son 9 franquicias en competencia, el talento se ha concentrado más aún.
“Bueno, el nivel va mejorando, ahora que son menos equipos, se reforzaron más cada equipo y es un área muy competitiva, hay equipos que están conformados por jugadores de la liga nacional (LNBP), o sea son equipos muy buenos, muy fuertes y la liga (del CIBACOPA) se está poniendo cada vez mejor”, aseguró.
Solares, al igual que sus compañeros, llevaron a cabo este miércoles sobre la duela del Domo del CODE su último entrenamiento antes del parón de CIBACOPA en Semana Santa, por lo que regresarán a las prácticas hasta el domingo por la noche.
VAN AL ‘MARTES DE GLAMOUR’ DE LA LUCHA LIBRE
Integrantes de los Gigantes de Jalisco se trasladaron el martes por la noche a la Arena Coliseo de Guadalajara para presenciar el espectáculo de la lucha libre.
Jordan Williams, Brandon Swannegan, César Campos, Oliver Ortega, Leonardo Sánchez, Jaron Martin y Jackson Dubinski acudieron a presenciar el gran show del pancracio mexicano y en donde convivieron con fans que se acercaron a solicitarles una foto o un autógrafo causando sensación entre los asistentes al embudo de la calle Medrano.
